Un nuevo capítulo de "Tartas a la carta", a petición del churumbel mayor.
Todos sabíamos de la afición por los bogavantes de este niño tan curioso. Pero ahora estos bichos comparten protagonismo con las tortugas. Así que pidió a la Tía Bea, por su cumpleaños, una tarta con forma de tortuga. Pero ¡ojo! no cualquier tortuga, no, no.. no podía ser tan fácil: una tortuga marina, de la especie Carey, que tienen un caparazón más bajo que otras, detalle expresamente indicado por el pequeño cliente.
Pues nada, manos a la obra, con lo que haya en casa, la imaginación y sobre todo las ganas de meterse en "fregaos" de la Tía Bea. Estaba buena, y el peque se quedó contentísimo... ¡qué bien sabe quedar :)!
Un pequeño detalle, el fondant de azúcar nos está empezando a cansar, porque queda muy chulo pero cuesta horrores comerlo y es una pena con lo rica que está la tarta por dentro. Así que esta vez sólo lleva chocolate de cobertura, aprovechando que el caparazón es de color marrón.
Todos sabíamos de la afición por los bogavantes de este niño tan curioso. Pero ahora estos bichos comparten protagonismo con las tortugas. Así que pidió a la Tía Bea, por su cumpleaños, una tarta con forma de tortuga. Pero ¡ojo! no cualquier tortuga, no, no.. no podía ser tan fácil: una tortuga marina, de la especie Carey, que tienen un caparazón más bajo que otras, detalle expresamente indicado por el pequeño cliente.
Pues nada, manos a la obra, con lo que haya en casa, la imaginación y sobre todo las ganas de meterse en "fregaos" de la Tía Bea. Estaba buena, y el peque se quedó contentísimo... ¡qué bien sabe quedar :)!
Un pequeño detalle, el fondant de azúcar nos está empezando a cansar, porque queda muy chulo pero cuesta horrores comerlo y es una pena con lo rica que está la tarta por dentro. Así que esta vez sólo lleva chocolate de cobertura, aprovechando que el caparazón es de color marrón.
Ingredientes
Para los bizcochos utilizamos la receta del bizcocho de yogur. A parte de esos ingredientes necesitaremos:
- Colorante alimentario de color verde
- Chocolate en polvo (como indicamos en la receta del de yogur, se cambian 50g de harina por 50g de chocolate en polvo a la taza)
Para la mousse de chocolate:
- 125g de chocolate de cobertura
- 250ml de nata para montar
- 1 clara y media de huevo
- 1/2 sobre de gelatina (o 3 láminas)
- 75ml de leche
- 25g de azúcar
Para el almíbar:
- Zumo de 1 naranja o de 1 limón, según el gusto que le hayas dado al bizcocho
- 50g de azúcar
- 100ml de agua
Para decorar:
- Chocolate de cobertura negro
- Jeringa/manga pastelera para decoraciones
Preparación
1. Preparamos 2 o 3 bizcochos de yogur siguiendo la receta de nuestro blog que podéis ver aquí. Primero uno con colorante verde para las patas, cabeza y cola y otro para el caparazón marrón con chocolate.
2. Para la mousse de chocolate:
4. Hacemos los ojos de la tortuga. Con algún resto del bizcocho verde, un poco de crema de queso y azúcar glass vamos a hacer los ojos de la tortuga como si fueran Pop-Cakes.
5. Por último el montaje de la tarta y la decoración.
- Primero hacemos uno de color verde añadiendo colorante alimentario de color verde al resto de ingredientes. Lo haremos en un molde rectangular para después poder recortar mejor las patas, cabeza y cola.
- Después hacemos otros 1 o 2 de color marrón para el caparazón añadiendo a los ingredientes chocolate en polvo. El molde tiene que ser redondo, para facilitar la adaptación al caparazón.
- Los bizcochos puedes hacerlos gordotes y luego cortarlos a capas u hornearlos por tandas, de forma que obtengas láminas de bizcocho de 1,5 cm o 2 cm como máximo. Según lo dominado que tengas tu horno. El de la tía Bea es rebelde y prefiere hacer más tandas.
2. Para la mousse de chocolate:
- Montar las claras a punto de nieve y cuando esté a punto añadirle la mitad del azúcar y terminar de montar. Reservar en la nevera.
- Montar la nata con el resto del azúcar y reservar también en la nevera.
- Derretir el chocolate al baño maría (o al microondas pero con cuidado de que no se queme).
- Por otro lado hidratar la gelatina en 20ml de leche. El resto de la leche (55ml) la ponemos en un cazo y la calentamos (sin que llegue a hervir), para después añadirle la gelatina hidratada en la leche y removerla hasta su perfecta disolución.
- Vamos ahora volcando la leche caliente en el chocolate hasta conseguir mezclarla uniformemente para que nos quede una crema. Dejar entibiar.
- Una vez que tenemos la crema de chocolate tibia, le añadimos un poco de la nata montada y mezclamos enérgicamente para igualar texturas. Seguidamente añadimos el resto de la nata montada, pero lo hacemos suavemente, con movimientos envolventes, de abajo hacia arriba, para darle aire a la mezcla. Por último, añadimos las claras montadas, integrándolas de la misma manera que la nata, o sea, con movimientos suaves y envolventes, para que no se nos baje la preparación.
3. Para el almíbar.
- Vertemos todo en un cazo y dejamos a fuego lento reducir hasta la mitad. Dejamos enfriar y reservamos.
- Desmigamos el bizcocho, añadimos una mezcla hecha con una cucharada de queso en crema (tipo philadelphia) y una cucharada de azúcar glass batidas, y removemos. Tiene que quedar una mezcla con cuerpo suficiente como para hacer una bola de bizcocho y que no quede ni excesivamente pringosa ni tan seca que se nos desmigaje. Corregiremos con más bizcocho o con más mezcla, según el caso.
- Una vez tenemos las dos bolitas para los ojos (aconsejamos hacer al menos cuatro, por si la decoración se nos va de las manos), dejamos enfriar en nevera y una vez frío derretimos un par de onzas de chocolate blanco (para el blanco del ojo) y otras de chocolate negro (para la parte negra). Con paciencia y pulso, dibujamos los ojos sobre las bolitas. También puedes hacerlo con fondant de azúcar, que seguro queda un resultado más profesional, pero como me habían pedido expresamente limitar su uso, lo intenté con chocolate.
- Para clavarlo en la cabeza de la tortuga utilizaremos palillos. Podemos untar un poco los extremos de los palillos en chocolate derretido para que al enfriarse nos haga de pegamento entre las partes, pero es opcional, ya que es mejor evitar que queden los palillos mucho rato en la tarta, una vez empecemos a servirla (por evitar daños colaterales).
El resto de Pop-Cakes que veis en las fotos están hechas con sobras del bizcocho verde y sobras de la mousse de chocolate (verde + marrón da un color feo, feo, como cuando en el cole mezclabas varias plastilinas y te salía un color... pero están riquísimas). Enfriadas, con palillo con "pegamento", y sumergidas en chocolate blanco para su cobertura y decoradas con rayitas de chocolate negro.
5. Por último el montaje de la tarta y la decoración.
- El bizcocho marrón lo cortamos en 3 láminas (si no lo hemos hecho por tandas). Colocamos la primera lámina en un molde que haga de caparazón (una ensaladera, un molde de verdad, un bol... según la especie de tortuga que queramos hacer. Como nosotros teníamos que hacer una tortuga Carey, usamos una ensaladera, menos profunda y más amplia) y encima el mousse. Iremos bañando todas las capas de bizcocho que pongamos tanto en el caparazón como en la cabeza, con almíbar, para que quede más flexible para trabajarlo y más jugoso para degustarlo. Una lámina intermedia de bizcocho y otra capa de mousse y por último la última lámina de bizcocho. En la foto se ven las capas muy bien. Después al frigorífico para que endurezca todo, mínimo 5 horas para poder desmoldarlo. Aconsejamos hacer las partes el día de antes y dejarlo toda la noche, así fresquitos por la mañana proceder al montaje final.
- El proceso para la cabeza es similar, pero con bizcocho verde. Y el molde, allá tu imaginación. Nosotros usamos la cabeza de una botella de litro de agua. Si usas un molde similar, lo que tienes que hacer es cortar el bizcocho de forma que termines forrando interiormente el molde. Aplicas almíbar suficiente como para "pegar" los trozos de bizcocho que hayan quedado sueltos o rotos y rellenas con mousse. Y a enfriar.
- Cortamos el bizcocho verde para las patas y cola y lo colocamos sobre la bandeja donde irá la tarta, en su posición, ya que el caparazón, que colocaremos a continuación, irá encima. Decoramos con puntitas de chocolate fondant.
- Una vez todo frío, desmoldamos. El caparazón directamente sobre la bandeja en la que quedará la tarta. La cabeza, desmoldamos y colocamos donde vaya. Si nos ha quedado muy grande, cortamos algo de "cuello" y ajustamos.
- Vamos a la cobertura de chocolate con la que cubriremos el caparazón. Lo derrites como quieras: cazo, microondas o baño maría. Cuando esté bien líquido (sin llegar a quemarse) lo echas por encima. Empieza despacito y por el punto más alto (al estar frío solidificará pronto así que no puedes parar) y ve avanzando hacia el exterior como haciendo círculos y hasta que esté todo el pastel bien cubierto. Si lo haces con maña no hace falta corregirlo, como mucho alguna zona inferior, con un cuchillo romos. Si quieres hacer dibujos, como en la foto, en lugar de verterlo directamente, usa una manguita o jeringa pastelera: haz primero los bordes de los dibujos y cuando enfríe, que lo hará rápido porque la tarta viene de la nevera, rellenas.
- Por último colocamos los ojos y a la nevera hasta su consumo. Preferiblemente en caja cerrada para evitar que coja olores y humedades. Si se te ha ido de las manos como a mí y no hay caja que lo contenga y quepa en el frigo, pues tal cual. Si la vas a consumir en las próximas horas no pasa nada. Lo que te sobre, si es que sobra, consérvalo cerrado y en el frigorífico.
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