Hacía mucho que no nos poníamos a cocinar una mermelada. Y después de ver Paddington, cuyo protagonista es un oso obsesionado con la mermelada, hemos visto tomates maduros en la frutería y nos ha apetecido.
Antes nos gustaba hacer mermeladas de mora y de guindas al final del verano, pero la verdad es que aunque están deliciosas, son mucho más laboriosas. Así, la de mora hay que colarla para eliminar las semillas y a las guindas hay que quitarles el hueso antes de cocer. Sin embargo la de tomate es más sencilla de elaborar y desde luego no tiene nada que ver con la comprada, ni en sabor, ni en cantidad de azúcar, ni en conservantes perjudiciales.
El limón es importante añadirlo por varios motivos:
Para que sean más sanas, podemos reducir la cantidad de azúcar, sobre todo si añadimos Agar-Agar que es gelificante. Sin embargo hay que tener en cuenta que el azúcar también ayuda a conservar más tiempo el alimento.
Antes nos gustaba hacer mermeladas de mora y de guindas al final del verano, pero la verdad es que aunque están deliciosas, son mucho más laboriosas. Así, la de mora hay que colarla para eliminar las semillas y a las guindas hay que quitarles el hueso antes de cocer. Sin embargo la de tomate es más sencilla de elaborar y desde luego no tiene nada que ver con la comprada, ni en sabor, ni en cantidad de azúcar, ni en conservantes perjudiciales.
Ingredientes (para unos 700g de mermelada)
- 1kg de tomates maduros (una vez pelados quedan unos 700g)
- 300g de azúcar, se puede poner moreno o blanco o mezclar ambos. Es la mitad de lo que quede de tomates limpios.
- El zumo de medio limón
- 1/2 cucharadita de Agar-Agar en copos (opcional como gelificante, pero hay que echar muy poca cantidad y si lo añadimos podemos quitar parte de azúcar)
Preparación
1. Primero pelamos los tomates. Para facilitar la labor, los mejor es hacerles una cruz en la base y escaldarlos 1 minuto en agua hirviendo. Después los pasas a agua con hielo y verás como se pelan solos. Si no queremos perder tanto tiempo, podemos pasarlos por agua caliente del grifo y probar a ver si se pelan bien con el cuchillo. Hay quien quita también las semillas pero a mi me parece que no hace falta. Quitar la piel reducirá el peso de los tomates, de forma que al final nos quedará aproximadamente unos 700g limpios. No haremos más cantidad de una vez en el vaso de la Thermomix porque se nos saldría y salpicaría mucho al estar cociendo al varoma tanto tiempo,
2. Ponemos en el vaso los tomates pelados y el azúcar. La cantidad de azúcar debería ser la mitad de lo que han pesado los tomates limpios, pero a nosotros nos gusta echar un poco menos para que sea un poco más sano el resultado final. Trituramos 6 segundos a velocidad 8. Si podemos, dejamos reposar 30 minutos la mezcla.
3. Después añadimos el zumo de limón y programamos unos 30-40 minutos, temperatura Varoma, velocidad 1, retirando el cubilete y poniendo en su lugar el cestillo del revés sobre la tapadera para que se evapore el líquido pero no nos salpique.
El tiempo es orientativo, pues depende del líquido que tengan esos tomates en concreto. Si cuando acabe el tiempo nos parece aún líquido, podemos ponerlo un poco más pero hay que tener en cuenta que espesará un poco al enfriar y si está muy seca podría quedar dura.
4. Dejamos que enfríe un poco y metemos a los botes. Si la vamos a consumir unos 10-15 días máximo, podemos guardarla en el frigorífico, pero si va a ser más tiempo habrá que esterilizarla. Debajo explicamos mejor el proceso de conservación.
2. Ponemos en el vaso los tomates pelados y el azúcar. La cantidad de azúcar debería ser la mitad de lo que han pesado los tomates limpios, pero a nosotros nos gusta echar un poco menos para que sea un poco más sano el resultado final. Trituramos 6 segundos a velocidad 8. Si podemos, dejamos reposar 30 minutos la mezcla.
3. Después añadimos el zumo de limón y programamos unos 30-40 minutos, temperatura Varoma, velocidad 1, retirando el cubilete y poniendo en su lugar el cestillo del revés sobre la tapadera para que se evapore el líquido pero no nos salpique.
El tiempo es orientativo, pues depende del líquido que tengan esos tomates en concreto. Si cuando acabe el tiempo nos parece aún líquido, podemos ponerlo un poco más pero hay que tener en cuenta que espesará un poco al enfriar y si está muy seca podría quedar dura.
4. Dejamos que enfríe un poco y metemos a los botes. Si la vamos a consumir unos 10-15 días máximo, podemos guardarla en el frigorífico, pero si va a ser más tiempo habrá que esterilizarla. Debajo explicamos mejor el proceso de conservación.
Conservación
En primer lugar queremos recordar que las conservas caseras son peligrosas si están en mal estado, provocando problemas digestivos o incluso botulismo. Os indicamos cómo conservarlas mejor:
- Si la mermelada la vamos a consumir en 1 o 2 semanas, no es necesario esterilizar la conserva, será suficiente con guardarla en el frigorífico.
- Otra opción sencilla de conserva es la siguiente. Después de que enfríe un pelín, la metemos en los botes previamente esterilizados dejando un centímetro sin rellenar. A continuación los cerramos bien y los colocamos boca abajo cuando aún estén calientes para que se cree vacío y mantenemos en esa posición hasta que se enfríe. Esta forma de esterilizar no es tan eficiente como la de toda la vida de hervir, pero es sencilla y puede hacer su función. Yo aún así los guardo en el frigorífico.
- Y la opción de toda la vida es llenar los botes previamente esterilizados hasta el borde, cerrar bien y poner en agua en olla express durante unos 20 minutos con un paño de algodón debajo para que no se rompan al golpear la olla. Se conservan mejor (unos cuantos meses) pero es más engorroso.
El limón es importante añadirlo por varios motivos:
- potencia el sabor
- su acidez ayuda a conservar mejor la mermelada
- hace que el azúcar no cristalice
- ayuda a que cuaje por la pectina que contiene al igual que otras frutas y cítricos
Para que sean más sanas, podemos reducir la cantidad de azúcar, sobre todo si añadimos Agar-Agar que es gelificante. Sin embargo hay que tener en cuenta que el azúcar también ayuda a conservar más tiempo el alimento.
Cómo esterilizar los botes de conservas
Antes de echar la mermelada, es mejor esterilizar los botes y los tapes para que queden bien limpios. Los sumergimos una olla grande con agua y un paño de algodón en el fondo para evitar para que se rompan al golpear la olla. Los mantenemos hirviendo durante unos 20 minutos.
Antes de echar la mermelada, es mejor esterilizar los botes y los tapes para que queden bien limpios. Los sumergimos una olla grande con agua y un paño de algodón en el fondo para evitar para que se rompan al golpear la olla. Los mantenemos hirviendo durante unos 20 minutos.
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