Clásica receta de infantería. No se me ocurre una forma más rápida de comer merluza, si no es cruda. Queda jugosa, rica y, como se aprecia en la foto, invita a bañar pan en el aceitillo.
Ingredientes
En el título ya se dice todo, pero ahí van:- Merluza, obviamente mejor del Cantábrico y fresca, pero congelada también vale
- 1-2 dientes de ajo
- Perejil a discreción
- Aceite de oliva
- Sal al gusto
Preparación
- Picar el ajo en trocitos chiquitines y tener preparado el perejil y la sal. Reservar.
- Poner a calentar un poquito de aceite, como una cucharada sopera, en la sartén. Fuego a tope.
- Secar un poquito la merluza, ayudándonos con un papel de cocina. Cortarla en trozos-ración, salpimentar y esperar a que se caliente la sartén.
- Cuando esté caliente el aceite; es decir, que resbale bien por la sartén, ponemos los trozos-ración de merluza, con la piel -si tiene- abajo. Mantenemos a tope 2-3 minutos.
- Bajamos un punto o dos el fuego y mantenemos 1 minuto (esto depende del grosor de los trozos).
- Damos la vuelta con cuidado y con una espátula y mantenemos otros 2-3 minutos.
- Apagamos el fuego, sacamos la merluza a los platos y echamos aceite a la sartén. ¿Cantidad? Depende lo que te guste el unta que te unta.
- Inmediatamente echamos los ajos, meneando la sartén y por consiguiente el aceite. Añadimos el perejil y lo tenemos así hasta que los ajos estén hechos. Todo esto se puede hacer con el calor residual de la vitrocerámica. Con gas la cosa cambiaría.
- Echamos el aceitillo a los platos y a comer
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