Piruletas de bacalao marinado con cebolla caramelizada

Siguiente entrante del menú de la tía Bea:

¿A que mola despistar a los invitados y que piensen que van a comer una cosa y luego sea otra?

Pues eso pasó con estas piruletas, en base hojaldrada y relleno al gusto. Nosotros lo rellenamos con bacalao marinado previamente y cebolla caramelizada, que fue protagonista en toda la cena ya que es un sabor que asociamos bastante a menudo con estas fechas.

Vale que, según apuntilló uno de nuestros invitados de honor, el hojaldre es más bien neutro: no es ni salado, ni dulce, (esto me recuerda a una canción de los Gandules). Bueno, sí tiene un toquecito dulce, pero no lo suficiente como para que no se pueda usar en una receta salada. Al grano que se me va de las manos.

Ingredientes

Bacalao fresco o desalado marinado al gusto.

Cebolla caramelizada
Hojaldre fresco

Preparación

1. Nosotros marinamos el bacalao de forma muy sencillita: una pizca de sal, un chorrito de vinagre de Módena, un chorrito de vino blanco y un poco de tomillo (se puede usar estragón o lo que os apetezca).

2. La receta de la cebolla caramelizada la puedes ver aquí.

3. Extendemos el hojaldre, colocamos las miguitas de bacalao y la cebolla de forma perpendicular al corte (se puede echar más bacalao que el que echamos nosotros, que al principio me daba miedo echar mucho). Enrollamos, apretamos bien (sin pasarse), y cortamos redonditos de no más de un centímetro de grosor, que luego el hojaldre sube mucho en el horno. Lo colocamos en la bandeja, le clavamos los palitos y al horno. Se pueden pintar con huevo, pero no me apetecía quitarle sabor al bacalao, e igualmente quedó bonico. ¿A que sí?

4. Lo tenemos 10 minutos en el horno previamente calentado a 180-200º, o hasta que lo veamos doradito. Dejar enfriar bien antes de levantar las piruletas, que si no no habrá endurecido el hojaldre.