Aprovechando que ya tenemos la receta de la masa de pizza, vamos a dejar aquí uno de nuestros rellenos favoritos. El resultado es una pizza muy equilibrada y muy rica. Cuando hacemos la masa, hacemos 3 pelotillas que metemos a la nevera envueltas en film aceitado. Una para hacer el mismo día por la noche y las otras a lo largo de la semana. Cuanto más tiempo pasen en la nevera, más habrán fermentado. Mientras no nos pasemos excesivamente (más de 5-6 días), ésto no hace ningún daño a la masa y, además, la base adquiere mayor profundidad de sabor.
Ingredientes para una pizza mediana (30 cm)
Las cantidades son orientativas. Si queremos aligerarla, simplemente se echa menos queso y listo. Si queremos una pizza más... "fundente", pues más queso.
- Queso de cabra (6 lonchitas de rulo)
- Champiñones (125 g aprox)
- Espinacas frescas (70 g)
- Queso gouda o mozzarella (70 g)
- Salsa de tomate
- Aceite de oliva
- Orégano
Preparación
1. Preparar la masa de pizza como os indicamos aquí.
2. Preparamos los ingredientes. Esto es, cortamos los champis a rodajas y los quesos a lonchitas o trocitos. Contamos con que tenemos ya la masa extendida y formada y el horno precalentando siguiendo las instrucciones de la receta de la masa.
3. Extendemos la salsa de tomate. Cuando hablamos de salsa de tomate, nosotros echamos o tomate rallado natural reducido sin caldo o tomate frito si estamos perezosos. Es importante que no se trate de salsa o tomate con mucho caldillo, porque se nos reblandecería la base de la pizza.
4. Esparcimos orégano sobre el tomate. Esto también puede hacerse al final.
5. Ponemos el queso de base (mozzarella, gouda o emmental). No hace falta cubrir toda la extensión de la base, porque al fundirse la superficie de cada trocito de queso aumenta.
6. Ahora van las espinacas, y sobre ellas los champis cortados y las rodajas de queso de cabra.
7. La metemos al horno siguiendo las instrucciones de la receta de la masa.
2. Preparamos los ingredientes. Esto es, cortamos los champis a rodajas y los quesos a lonchitas o trocitos. Contamos con que tenemos ya la masa extendida y formada y el horno precalentando siguiendo las instrucciones de la receta de la masa.
3. Extendemos la salsa de tomate. Cuando hablamos de salsa de tomate, nosotros echamos o tomate rallado natural reducido sin caldo o tomate frito si estamos perezosos. Es importante que no se trate de salsa o tomate con mucho caldillo, porque se nos reblandecería la base de la pizza.
4. Esparcimos orégano sobre el tomate. Esto también puede hacerse al final.
5. Ponemos el queso de base (mozzarella, gouda o emmental). No hace falta cubrir toda la extensión de la base, porque al fundirse la superficie de cada trocito de queso aumenta.
6. Ahora van las espinacas, y sobre ellas los champis cortados y las rodajas de queso de cabra.
Aspecto de la susodicha antes de introducir al horno infernal
7. La metemos al horno siguiendo las instrucciones de la receta de la masa.
Cómeme
se le pueden añadir piñones
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